Cuando
Bolívar nació (julio de 1783) no existía en Venezuela la imprenta, ese
maravilloso instrumento inventado a mediados del Siglo XV por el alemán Juan
Gutenberg. Por lo tanto, el periodismo impreso prácticamente era desconocido en
nuestro país.
Bolívar
conoció la imprenta en España, cuando viajó allá por primera vez a la edad de
16 años. Para entonces, 1799, reinaba Carlos IV. Tenía la península ya una
tradición periodística y el diarismo pasaba de los 40 años. Basta con decir que
en 1500, a 30 años de la muerte de Gutenberg, había en Europa 1.200 imprentas
en más de 200 ciudades. Además, la península ibérica tenía, por su proximidad,
la influencia de Inglaterra, donde el diarismo iniciado el 21 de marzo de 1702
por Elizabeth Mallet había adquirido gran impulso. Para fines del siglo XVIII
circulaba el celebérrimo “The Times” fundado en 1785 por el escocés John
Walter y el cual se convirtió en el precursor de todas las innovaciones
periodísticas trascendentes.
Cuando
Bolívar regresó de Europa en 1803, casado con María Teresa, aún a Venezuela no
había llegado la imprenta. Sin embargo, otras ciudades americanas la tenían. La
primera en tenerla fue México en 1536 seguido del Perú en 1581; las Colonias
Inglesas de América del Norte en 1638; Guatemala en 1667; Paraguay en 1705;
Nueva Granada en 1738; Brasil en 1747; Ecuador en 1755; Las Antillas en 1765;
Buenos Aires en 1766; Trinidad en 1789 y Caracas en 1808, casi de última, no obstante que Venezuela en
1709, a través del Colegio de Abogados de Caracas, se venía planteando la
conveniencia de traer directamente una imprenta de la Península. Sin embargo,
la monarquía estimaba contraproducente hasta entonces, instalar una imprenta en
Venezuela, y la posibilidad si hizo más difícil cuando a raíz de las primeras
tentativas de Independencia, el Tribunal de la Real Audiencia de Caracas
prohibió la importación y divulgación de todas clase de libros o impresos que
se refirieran directa o indirectamente al Gobierno de España y a la
independencia de sus colonias. Los infractores se exponían a tremendos castigos
que iban desde las fustigaciones hasta el presidio y aun la muerte.
El
primero que trató de introducir una imprenta en Venezuela fue Francisco de
Miranda en su accidentada expedición de libertad. Esta, junto con el Leander,
debió subastarse en Trinidad para pagar el fracaso de la tentativa de
Independencia. Allá en Puerto España la adquirieron después los tipógrafos Mateo
Gallaguer y Jaime Lamb, quienes
asociados obtuvieron autorización del Capitán Juan de Casas, gobernador de la
provincia, para instalarla en Venezuela. En ella se editó desde el 24 de
octubre de 1808 hasta el 3 de enero de 1822 la Gazeta de Caracas.
Este
primer vástago del periodismo venezolano habría de afrontar muchas
dificultades. Comenzó por ser órgano informativo y luego por efecto de la
guerra de Independencia se trasformó en órgano de combate. De esta gazeta
nacida bajo la égida de la Capitanía General habrá de salir en letras de molde
el grito de la revolución emancipadora; del 19 de abril de 1810 al 5 de julio
de 1811, periódico de la Junta Conservadora de los derechos de Fernando VII; de
esa fecha hasta el fin de la Primera República, órgano de Gobierno
Independiente de Venezuela; de octubre de 1812 hasta los primeros meses de 1813
pasó a ser tribuna de las fuerzas realistas; de aquí a 1814, órgano del
Gobierno de Bolívar; después otra vez realista hasta el 29 de junio de 1821 que
el Libertador hizo su entrada triunfal en Caracas.
Al
lado de la Gazeta de Caracas surgieron posteriormente al 19 de abril de
1810 el “Semanario de Caracas”, editado desde el 4 de noviembre de
1810. En menos de un año salieron 30 números redactado por Miguel José Sanz y
José Domingo Díaz. Con este hebdomadario se inició el periodismo independiente
en Venezuela.
“El Patriota de Venezuela”, órgano de
las Sociedades Patrióticas, eminentemente político, redactado por Vicente
Salias y Antonio Muñoz Tébar; “El Mercurio Venezolano”, de
carácter político, redactado por Francisco Ismardy, “El Publicista” del
Congreso Constituyente de Venezuela, editado el 24 de julio de 1811; “El
Patriota Cumanés”, editado en la ciudad de su nombre y del cual sólo se
conocen dos números extraordinarios, y “El “Boletín”, hoja suelta impresa en
la ciudad de Valencia por Juan Baillio. Apareció durante los días 12 y 21 del
mes de mayo de 1812, ya en las postrimerías de la Primera República.
Los
patriotas y especialmente Bolívar reconocieron la importancia de la prensa y el
impacto ideológico de la propaganda impresa desde los primeros momentos de la
Revolución. Tras la misión especial que le tocó cumplir junto con Andrés Bello
y Luis López Méndez, Bolívar habría traído de Londres (noviembre-diciembre de
1810), una imprenta, la cual estableció en Caracas en sociedad con José Tovar,
ilustrado hijo del Conde Tovar. En mayo
de 1816, año de la Expedición de Los Cayos con la cual se daría comienzo a la
Tercera República, trajo el Libertador dos imprentas en las cuales se editaron
publicaciones en Margarita y Carúpano.
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