viernes, 15 de junio de 2018

EL DIARIO DE GUAYANA

           

            “No soy comunista”, con este titular de tres palabras, que niega y afirma a la vez, abre “El Diario de Guayana” la primera plana de su primera edición, el lunes 9 de junio de 2003.
            La expresiva frase es del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, tomada de su dominical “Aló Presidente” trasmitido por la cadena de Radio y Televisión del Estado y con la cual pretende contradecir la campaña política que vienen sosteniendo sus adversarios por su estrecha amistad con el dictador cubano Fidel Castro y  por la forma autoritaria como se maneja desde el Poder.
            Acertada o no, allí queda para la historia de este nuevo diario que aparece ante los asiduos lectores de periódicos, con un diagrama patrón muy particular, concepción del conocido diseñador gráfico Eduardo Orozco, profesor universitario y ex Presidente del Colegio Nacional de Periodistas.
            Estamos frente a un tabloide de características particulares que utiliza permanentemente el color magenta tanto en el logotipo, fijo en la parte superior, como en las gráficas y fondo de las diapositivas.  Semejante al anglosajón tradicional, el tabloide se presenta con una fotografía a cuatro columnas en el centro que corresponde a su criterio el segundo hecho noticioso del día.  En este caso se trata de lo que el redactor ironiza como  “El Metro de los pobres”, las llamadas  “camionetas perreras”, medio que habla de una política de transporte que da demasiado espacio a la improvisación.
            El Editorial del flamante y moderno diario, el octavo a la par que el benjamín de Guayana, se lee en la segunda página y está orientado a dejar en claro el propósito y  curso que habrá de seguir en lo adelante.
            “Estar” que es un verbo de presencia y permanencia, lo utiliza acertadamente el editor para iniciar el Editorial: “Aquí estamos…! De pie frente a los retos que nos plantea la región.  Nacemos bajo el signo de la verdad que será nuestra guía en el empeño que nos hemos propuesto: servir con transparencia y honradez a Guayana.  Estamos seguros que los caminos se abrirán para que el desarrollo total de la zona sea realidad tangible en plazo breve”.
            Los demás párrafos están orientados dentro de sus lineamientos al trabajo por una juventud sin vicios, a la necesidad de un compromiso con la gente en aras del progreso, la convivencia y solidaridad y a la obligación que tiene el periódico de mantener permanentemente abiertas sus páginas a todos los componentes de la sociedad.
            El periódico, en verdad, es un sueño proyectado hacia la consecución de una realidad donde se unieron hasta la coronación el esfuerzo y solidaridad de dos hermanos: Francisco, un hombre realizado en la industria de la cerámica, quien funge de Presidente de la Editorial Ingenio, empresa matriz del periódico,  y Abilio Suárez, editor y director, consumado como Publicista desde temprana edad y desde los comienzos de la moderna Ciudad Guayana.
            Lo acompaña en la dirección de El Diario de Guayana, el Licenciado Cruz Echenique, un veterano periodista formado y realizado en el diario “La Religión” de Caracas, El Correo del Caroní y La Nueva Prensa.

            El diario de 34 páginas se concibe y despacha desde sede propia levantada en la zona industrial Los Pinos, provista la editorial que lo produce con los adelantos de la tecnología que sustenta la comunicación de masas. Es como bien dice su diseñador, un periódico que sale y llega con todos los hierros “un golpe de audacia incalculable”, pues  a juicio de muchos no era este el mejor momento para un medio impreso cuyo sustento es la publicidad mercantil pues el comercio y la industria pasaban por una crisis económica sin precedentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario